No sabe lo que quiere. Tiene esa sensación de que le
falta algo. Se imagina miles de posibilidades. Todas parecen imposibles,
inalcanzables, pero aún así, están es su mente. De alguna forma existen en un
mundo irreal. Ideas, teorías, miles de ellas pasan por ese mundo sin pasar por
este, el real, generando esa sensación de imposibilidad, de irrealidad ¿Y en
este mundo? ¿Qué hay? ¿Cosas reales? Mejor no ponerse a pensar. Todo lo que
piense forma parte del otro mundo supuestamente irreal, supuestamente
imposible.
Y así nos confundimos. No podemos manejar miles de
mundos, miles de posibilidades. ¿Miles? ¿Millones ¿Una sola? Qué bueno que
siempre tengo signos interrogativos de sobra. No sé qué haría sin ellos. Las
afirmaciones pueden ser muy tranquilizadoras, pero tanta calma paraliza. Eso sí,
después de tanta intriga quizás termines en el manicomio, aunque por no
preguntar te pueden inyectar demasiada morfina. ¿Cuál de las dos es mejor?
¿Quién sabe? Quizás se quede en su casa mirando la pared preguntándoselo.
1 comment:
buena borges
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